Most people who know me agree when I say freaky, absolutely stupid things happen to me out of nowhere. En serio.
Take today for example. Iba en una micro con una amiga rumbo al metro Xola, donde veríamos una exposición fotográfica. Como siempre, íbamos comparando desgracias familiares (annoying, tattling, copy-cat counsins, overprotective mothers and such), y me di cuenta que había un tipo en chamarra naranja tras de mí. But since it IS me, iba en la lela absoluta e ignoraba todo menos a Sara. Suddenly, in a creepy whisper, (the kind that makes you wanto to double-check you aren't hearing imaginary things again) escuché que llamaban mi nombre.
-Paola... Paola... Paola.
En serio. Parecía diálogo de mala película de terror. Al más puro estilo de algún filme del Santo. Al principio, como ví que nadie reaccionaba, supuse que sí estaba, de hecho, escuchando voces imaginarias otra vez. Yet, the whispers kept going on and getting louder.
Me empecé a poner un poco nerviosa. Digo, un perfecto extraño puede comenzar a hablarte, pero cuando murmuran tu nombre repetidamente -and in such a manic way, too- uno comienza a asustarse.
En fin, el wey ya estaba repitiendo mi nombre como mantra en un nivel de voz considerable, así que volteé a ver quien chingaba.
Oh sorpresa, era Gilberto; un wey que conocí en la UAM hace dos años y que aún recuerdo como el loser más urgido de la clase de Psicología Social. Seriously, this the guy that periodically went after anything that remotely resembled a female.
Recuerdo aquellos viejos tiempos: él, creyendo que Leo era toda una intelectual, la invitó al teatro. Al negarse cortésmente ella, invitó a Akemi, quien gusta vestir de negro y rojo pasión, a ir a tomar una chelas. La tierna y dulce Akemi lo mandó a la chingada sin más. Digo, Akemi-chan puede ser muy goth y sarcástica, pero tiene una aversión por el licor barato. Sólo buen vino para ella.
A mí, viéndome toda teta, pendeja y persignada (for some reason, everyone used to think that of me; must have been the long hair, glasses and childish looks. Sad thing when you are a precocious, bitchy girl) me invitó a La Feria y a tomar un helado. Yes, he asked me out to an amusement park and an ice cream shop, just like in a 1950's movies. How outdated is that?
He used to write saccharine notes to me in his butchered english. Algo como:
I so happy to have to meet a such nice, prety girl like your for my freind.
No recuerdo muy bien, tiene mucho tiempo. Pero sí me acuerdo de que Cuauhtémoc se burlaba sin cesar de mi infortunio (aw, such a sweet, caring boy he is) y Akemi casí se convulsionaba del horror que le producía el maltrecho inglés de Gilberto. Como profesora de inglés, le era tóxico tal nivel de pendejadas mal redactadas que este wey dejaba surgir de sus entrañas.
Era tan patético. Una vez me llamó para avisarme que no iría a clases (yeah, I too was perplexed as to why he thought I should be notified) y me mencionó que sentía una gran compatibilidad hacia mí, porque yo era una persona espiritual.
-¿Mande?
-Si, usted es una persona muy religiosa, ¿verdad?
-Soy atea (I was, back then).
-¡Ah! Este... usted es una persona con un gran alma. Con un gran amor a la vida.
Funny, and here I thought I was bipolar or something, what with all those continous depressions and suicidal urges I get now and then. You know? like when you are in the metro tracks and you wonder what it would be like if you just jumped in front of the train. Soy de ese tipo de personas.
ANYWAY, el caso es que aquí estaba yo, frente a este wey que no había visto -thank the lord- en más de dos años, en una micro atestada de gente y sin escape cercano.
-¿Eres Paola?
-Este (should I ...?) ¿sí?
-Te conocí hace tiempo.
- ¿Ah si? mira que interesante...
Deseaba que Sara interrumpiera la conversación o algo, pero mi dulce amiga estaba en la lela mirando hacia el espacio y no parecía percatarse de mi calvario. Entonces Gilberto comenzó a hablarme en algo que remotamente parecía inglés combinado con neanderthal, pero yo ya estaba impaciente y lo corté de tajo con un malhumorado "¿Qué?"
Le intentó de nuevo, pero al ver mi cara de pocos amigos se decidió por un idioma que sí pudiera pronunciar. Me mencionó que nos habíamos conocido en la UAM. Yo sabía quien era, pero por mi propia salud mental fingí demencia.
-¿En la UAM? tiene mucho que no voy. (As a matter of fact, I was there last tuesday in cinema class. Nearly a whole week! how time goes by).
-Sí, yo ya no he ido en 2 años.
Estoy segura de que la población femenina de la UAM agradece inmensamente a Dios la bendición de tu ausencia, Gilberto.
-Es mucho tiempo. ¿Cómo dices que te llamas? (Yeah right, like I hadn't remembered his name along with a few choice adjectives)
-Gilberto.
Sara, por fín, escogió ese momento para preguntarme dónde nos teníamos que bajar.
-Oye Gilberto, ¿hacia adónde está Ermita?
-Ya la pasamos desde hace rato.
-¡Vaya!, entonces mejor nos bajamos. ¡Cuidate!
Jalé a sara no del todo delicada por el brazo y presioné el botón para bajar. Mientras bajaba, ignorando los quejidos de Sara, alcanzé a escuchar al perv este preguntarme si vivía en el mismo lugar.
WTF? how the hell does he know where I used to live?
Scary.
Es increible; no teníamos por qué tomar la misma pesera que este wey. Nos subimos a esa pesera porque Sara la cagó y fuimos al paradero equivocado. Íbamos a esperar a unos amigos pero se tardaron demasiado y nos fuimos. Se nos hizo tarde e íbamos en chinga. Sara quería tomar taxi pero yo no quise.
Algún poder supremo conspira contra mí. En una pesera equis, en un momento determinado, Gilberto, un pendejete que no tolero y no había visto en más de dos años, y yo, coincidimos en rutas y nos encontramos (Insert Twilight Zone theme music here).
A la Humprey en Casablanca: Out of all the men in the city, out of all the micros around, HE had to walk into my pesera.
Cuauhtémoc se va a cagar de la risa cuando lo sepa.
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